

Plenitud AA
El Resplandeciente Lugar de Nuestra Vida
Este octubre, sé parte de algo más grande. Plenitud AA nos invita a ser portadores de esperanza a través de la poderosa herramienta de nuestra literatura.
Tu Misión:
Como servidor de nuestra estructura, tienes en tus manos la llave para fortalecer nuestra hermandad: promover los libros "El lenguaje del corazón" y "Nuestra gran responsabilidad". Estas obras recopilan la esencia del legado de Bill W. - palabras que transforman vidas y encienden la chispa de la recuperación.
¿Por Qué Actuar Ahora?
Porque cada libro que pones en circulación puede ser el faro que guíe a alguien hacia una nueva vida. Porque tu esfuerzo este mes ayudará a que el mensaje de AA llegue más lejos, tocando más corazones y salvando más vidas.
¡Sé la Luz!
No solo estás promocionando libros, estás sembrando semillas de fortaleza, comunidad y renacer. Únete a esta campaña con entusiasmo y convicción, y juntos hagamos de octubre un mes donde la plenitud brille para todos.
¡Tu Acción Cuenta! ¡Promueve Nuestra Literatura!
Comité de Revista Plenitud

El comité de Plenitud es el encargado de coordinar la elaboración, revisión y difusión dela revista Plenitud AA, publicación oficial en México. Su labor garantiza que los contenidos reflejen fielmente los principios espirituales del programa, brindando, reflexión y esperanza a los miembros en recuperación.
Éste comité forma parte de la estructura nacional de servicio, contribuyendo a la unidad y fortalecimiento del mensaje de AA en todo el país.
Cada historia compartida es un testimonio de esperanza y recuperación. Te invitamos a seguir leyendo más experiencias en nuestra página web y conocer cómo el programa de Alcohólicos Anónimos ha transformado vidas.
Visitanos en: https://plenitudaa.org.mx/
Las experiencias publicadas a continuación pertecen a compañeros del área sur
«Lo más grande que he descubierto es que el servicio me da dos regalos: vida y utilidad».
Uriel
Plenitud AA
Experiencia Diaria
Hoy soy útil
06 de agosto del 2025

Como cualquier historia que he escuchado en la Comunidad, la mía no fue diferente. Hubo mucho dolor en mi pasado, dolor que me causé y que les causé a otros.Llegué al grupo solamente con la intención de querer dejar de sufrir y no tanto por dejar de beber, porque después de muchos intentos ya había perdido la esperanza de lograrlo. Como cualquier otro, no tenía la intención de servir, pues uno no llega preparado para hacerlo.Cuando conocí a mi padrino, fue maravilloso que hiciera por mí todo lo que sugiere el folleto sobre el apadrinamiento: sugerirme asistir a eventos, realizar servicios, practicar el programa, en fin, todo lo que tenía que ver con la Comunidad.Ahí estaba ese buen hombre para enseñarme y acompañarme. Con la experiencia compartida y con acción, mi padrino me vendió una idea: servir para vivir. Hoy soy útil con el servicio que el grupo me regala. Lo más grande que he descubierto es que el servicio me da dos regalos: vida y utilidad. UrielDF Sur

«Servir en AA me ha dotado de lo que creí que nunca sería para mí: la posibilidad de salir de mí mismo para pensar en ayudar a los demás».
Arturo S.
Plenitud AA
Experiencia Diaria
La aventura de vivir sin temor
08 de agosto del 2025
Cuando tomaba, me gustaba fanfarronear y alardear de mis grandes logros. Vociferaba, lo más alto posible, lo valiente que era. Desde niño me sentí especial; creía que no cabía en ningún círculo social y que mi mente privilegiada y mi capacidad de análisis eran perfectos para ser un científico de la NASA. Crecí con la idea que con mis grandes dotes mentales la vida sería fácil para mí. Sin embargo, mi gran defecto fue la imposibilidad de comunicar a quien fuera —padres, amigos, familia— mis emociones o puntos de vista por temor al ridículo, por temor a no estar bien informado o a decir sandeces. Me guardaba todo lo que pensaba o sentía.Mi frustración parecía no ser tan importante, salvo cuando tenía que entablar relaciones sociales… ¿Cómo era posible que un genio tuviera miedo de expresarse? Para esto, el alcohol abrió una gama de posibilidades que para mí habían sido imposibles hasta ese momento.Al poco tiempo de llegar a AA, mi personalidad me empujó al servicio. Hoy me es grato poder coordinar o exponer una junta de información pública ante una gran audiencia. Poco a poco, el perfeccionismo ha dejado de ser una piedra en el zapato. En cambio, ahora me aventuro a vivir cada día sin temor a no saber y sin temor a no ser perfecto. Cada tropiezo es parte de la vida.Servir en AA me ha dotado de lo que creí que nunca sería para mí: la posibilidad de salir de mí mismo para pensar en ayudar a los demás.
Arturo S. DF Sur

